CDMX, 23 abril 2022 (QUENOCALLETUCALLE.COM / LAMETROPOLI.COM.MX / Manuel Camacho).- Si el calendario de días “internacionales” es importante por lo representado, la efeméride lo es doblemente cuando una vecindad, una calle esquina con otra calle, conduce a una simbología especial: el 22 de Abril (el pasado viernes) fue el “Día de la Tierra” y el sábado 23: el Día del Libro.
Dos mundos habitados por el hombre y fusión de suelo y cielo. Pasado y presente vividos y futuro imaginado por el ser humano.
Desde 1988 la ONU buscó la forma de celebrar el trabajo literario de la humanidad y en 1995, se oficializó el 23 de Abril como el “Día internacional del libro”.
El móvil de la decisión es la coincidencia, aparente, de la muerte de William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra en la misma fecha. A ellos habrá que sumar a Garcilaso de la Vega; eslabón del mismo idioma entre España y el nuevo mundo.
Y qué mejor celebración de este día que leer. Hacerlo por placer y todo lo que implica tomar un libro y entrar a sus páginas que son puertas hacia lo infinito.
Y termino repitiendo un “WhatsApp” de una muy querida y culta amiga acerca de la lectura:
“Quien no lee, a los 70 años habrá vivido una sola vida, ¡la propia! Quien lee, habrá vivido 5,000 años; estaba cuando Caín mató a Abel, cuando Renzo se casó con Lucía, cuando Leopardi admiraba el infinito. Porque la lectura es la inmortalidad hacia atrás”. (Texto de Umberto Eco)